Reseña: Mi amor prohibido (La princesa rebelde 1) - Jodi Ellen Malpas

Mi amor prohibido (La princesa rebelde 1) - Jodi Ellen Malpas.

La princesa Adeline se niega a someterse a las obligaciones que implica su título, pues sabe que bajo la imagen perfecta de la familia real no hay más que mentiras y secretos. Ni quiere formar parte de ello ni piensa aceptar la petición de su padre para que se case con un hombre al que no ama...Todo cambia cuando se cruza en su camino Josh Jameson, un actor escandalosamente sexy que pronto se convierte en el último vicio de la princesa: su atractivo es abrumador y sus caricias son puro fuego… Nadie la ha hecho sentir tan viva nunca. Pero, aunque él pertenezca a la «aristocracia» de Hollywood, no es un aristócrata real, y Adeline sabe que el rey y sus consejeros harán todo lo que esté en sus manos para impedir que vivan esa pasión… ¿Acabará rindiéndose a los deseos de su padre o a los de su corazón?

Opinión personal

En mi afán de dar una segunda oportunidad a esta autora y no quedarme con la mala impresión de “El protector” me decidí por esta novela y os tengo que decir que mi opinión es más que nunca meditada. Sí, porque he pasado por muchas fases y a día de hoy no sé qué puntuación darle, o si la que le daré es la que se merece o creo yo que se merece. El inicio no puede ser más nefasto, y esto no me suele pasar a menudo, me cuido de buscar novelas que creo que van a ser buenas pero con “Mi amor prohibido” me pasó lo que nunca, y es querer dejar la novela a las ocho páginas,  pero luego me puede mi manía de acabarlas y nada, a leer se ha dicho.

Voy a ir por partes porque si no creo que no puedo explicaros lo que me pareció. La voy a desmenuzar en dos partes: la primera ha sido lo peor y es que tanto la trama (princesita rebelde que no puede con su acomodada vida) como los personajes de Adeline Lockhart y Josh Jameson (me parecían de lo más creídos que te puedes echar a la cara) me daban ganas de vomitar. La trama “realesca” no puede estar más llena de clichés y de expresiones tales como el coche real y similares (quedaría más bonito poner el coche oficial, eso de real, puf) el criado, etc, vamos cositas así que te dan ganas de mandar a tomar vientos a la princesita mimada y snob que intenta parecer normal y que desea ser libre.

Ay, la leche, es que como la muestra la autora me dan ganas de tirarla por un precipicio para que se acaben sus males y la miseria en la que vive.  Ah, pero es que Josh no se escapa, los dos son igual de idiotas y “puteros”, vamos que están más calientes que el palo de un churrero y ¡tachán!, con una sola mirada a una distancia de mil kilómetros los chicos se disponen a darle “mandanga”; pero oye, que esto es un amor épico, de esos que hacen historia, no os vayáis a pensar que están salidos, nooooo.

Así que con solo quince páginas me encontraba yo con todo esto y con las ganas de mandar a tomar por **** la novela y es cuando aparece mi yo que lee rápido como una bala para dar por terminado el libro y poner mis “bonitas” palabras hacia tal libro.

Conque llego a la segunda parte, que es más o menos a falta de ciento cuarenta páginas y es cuando la cosa se pone interesante y hay más acción, modo película hollywoodiense, que le dé vida a la trama y donde los personajes parecen cambiar y esta sí que me gusta más. Se desvelan algunos secretillos y la cosa se pone interesante, dejándome con las ganas de saber por dónde irán los tiros.

Con este panorama creo yo que es normal que no sepa qué puntuación darle porque la trama realesca no me hace mucha gracia. Los personajes de Adeline y Josh son peculiares, cortados por el mismo patrón, irritantes al principio y luego se vuelven más tolerables. Los jueguecitos sexuales me dan quebraderos de cabeza y más que se produzcan instantáneamente y con situaciones que son tan poco creíbles en el contexto de la novela. Así que voy a tirar por lo bajo porque pesa más el principio y ya veremos lo que depara el final de la bilogía y si le subo puntos.

Mi puntuación: 2,5 estrellas

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