Reseña: El taller de muñecas - Elizabeth Macneal

Sinopsis

Londres, 1850. La hermosa Iris trabaja, junto a su hermana, como aprendiz en el famoso taller de muñecas de la déspota señora Salter, pero su pasión es el arte. Cuando el pintor Louis Frost le pide que pose para él como modelo, ante ella se abre un mundo nuevo en el que, quizás, consiga su sueño de convertirse también en pintora.

Sin embargo, su destino se truncará cuando Silas, un solitario taxidermista y coleccionista de curiosidades morbosas que está en contacto con el mundo artístico londinense, descubre la existencia de Iris durante la inauguración de la Gran Exposición Universal de Londres. La obsesión de Silas por Iris irá creciendo y tornándose cada vez más oscura, hasta que solo aspire a convertirle en la pieza estrella de su colección.

Opinión personal

Iris Whittle trabaja junto a su hermana Rose en el taller de muñecas de la señora Salter, su sueño es ser pintora y su oportunidad surge cuando conoce al artista Louis Frost que le pide que pose para su cuadro. La vida de Iris puede cambiar pero tendrá que salvar obstáculos, el más grande será la obsesión de Silas Reed por ella.

Desde el primer momento me llamó la atención esta novela y casualidades de la vida fue un regalo de Navidad, así que me embarqué en esta lectura.

Tengo que decir que al principio no me gustaba mucho la forma de narrar de la autora pero te vas acostumbrando, además, al ser los capítulos cortos la lectura se hace mucho más amena y sobre todo ágil.

La historia está ambientada en el Londres victoriano (año 1850) en pleno inicio de la Gran Exposición, en el Palacio de Cristal en Hyde Park. Nuestra protagonista lleva una vida que no la satisface, junto a su hermana Rose trabaja para una insufrible señora Salter en el taller de muñecas. Cuando se le da la oportunidad de darle a su vida un giro de 180 grados, Iris no se lo piensa dos veces.

Me gustó mucho como plasma el momento histórico, el papel de la mujer y las dificultades en según qué ámbitos, la sociedad de la época y sus prejuicios.

Iris se convierte en la modelo que pose para el cuadro de Louis Frost, artista miembro de la “hermandad prerrafaelita”. Nos adentramos en la lectura y en el mundo del arte, en esa visión que tenían los miembros de esa hermandad como Rossetti y Millais (personajes reales) junto a Louis. Porque si alguno de los puntos fuertes que tiene esta novela es que mezcla ficción y realidad de una manera bastante lograda.

Iris es un personaje principal pero que al fin y al cabo no lo es tanto, es interesante ver su relación con su hermana, ver sus sueños y aspiraciones y la relación que mantiene con Louis.

Louis es un personaje que me ha gustado porque es muy vitalista y es bonito ver la relación que tiene con Iris.

Pero la novela no se queda en esta cara “artística” sino que además tiene un punto de novela gótica, con bastante intriga que la aporta el personaje de Silas Reed. Silas es un taxidermista que se obsesiona con Iris. Es el personaje central de la historia, a través de sus actos y sus pensamientos vamos haciendo un análisis psicológico y descubriendo sutilmente quién se esconde tras su persona. Y es que a lo largo de la lectura, nos van dando detalles que nos intuyen a pensar en lo que ha hecho en el pasado aunque no se diga claramente.

Las últimas páginas son un torbellino que no te deja parar hasta el final, son bastante absorbentes. El único pero que encuentro es que el final es abierto y es algo que no me gusta (no soporto), intuyes qué es lo que pasó pero no tienes constatación.

Es más me hubiese gustado tener más interacción entre Louis e Iris, me supo a poco.

En cuanto a secundarios, el personaje de Albie fue de lo mejorcito del libro y todo él me rompió el corazón.

En general, la novela me pareció muy interesante pero me faltó desarrollo en algunas partes y fundamentalmente en ese final tan abrupto.

Puntuación: 🌟🌟🌟🌟

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