Reseña: Rompecorazones (Las campanas del infierno 2) - Sarah MacLean

Sinopsis

Una ladrona tentadora

Criada entre los criminales más famosos de Londres, un giro del destino llevó a Adelaide Frampton a los luminosos salones de baile de Mayfair, donde se hace pasar por una dama tranquila, tan sencilla que nadie sospecha que ella es la Rompeenlaces… Utiliza sus habilidades como ladrona para ayudar a que ciertas novias reticentes no pasen por el altar.

Un duque poderoso

Henry Carrington, duque de Clayborn, lleva toda su vida respetando las normas sociales y no tiene tiempo para los escándalos que surgen cada vez que Adelaide acaba con un matrimonio. Su reputación es impecable, y lo último que necesita es una mujer tan fascinante como frustrante que descubra la verdad de su pasado o los secretos que guarda.

Una combinación perfecta

Cuando los dos se encuentran en un viaje vertiginoso a través de Gran Bretaña para detener una boda, el duque no tiene más remedio que seguirla en una aventura marcada por el mal tiempo, la mala suerte y una sorprendente falta de camas. Adelaide pronto se da cuenta de que este duque perfecto besa como un verdadero canalla, y de que se está convirtiendo en un ladrón por derecho propio… Uno que no se detendrá hasta que le haya robado su bien custodiado corazón.

Opinión personal

Adelaide Frampton tuvo un pasado como ladrona, ahora junto a sus amigas y la duquesa de Trevescan pasa sus días como una dama, nadie sabe que ella es la “rompeenlaces” y tiene una nueva misión.

Henry Carrington, duque de Clayborn, trata de ser el hombre correcto y con las responsabilidades de su título, lo que no espera es estar unido a Adelaide en una carrera en la que ambos compiten con un fin distinto y que implique unir fuerzas.

No iba a continuar con esta serie, puesto que ya llevaba algunas novelas de esta autora que no me estaban gustando, que se alejaban de aquellas que tanto me deleitaron como la serie “Love my numbers”, pero vi unas reseñas que despertaron mi interés y decidí darle una oportunidad.

La novela no se pasa ensalzando el papel de Adelaide como mujer empoderada, se queda en un término medio, este punto para mí es importante porque no me gusta el rumbo de muchas novelas actuales que nos presentan a una supermujer que no necesita de nada ni de nadie, que no comente errores, una mujer perfecta en todos los sentidos, yo necesito algo más real. Se puede ser fuerte y débil en otros aspectos y ser una protagonista de armas tomar, una cosa no quita la otra, me gusta que nuestra protagonista cometa errores, que se deje ayudar y que se complemente con su protagonista masculino. Creo que Sarah. M. lo ha conseguido en esta novela, cosa que no pasó son la novela de Sesily, motivo por el que no me gustó porque ninguneaba al protagonista masculino.

Adelaide Frampton se crio en las calles de Londres como una pilluela, robando para su padre, cabecilla de Los Toros en la Ribera Sur, hasta que un día dejó de ser su diamante en bruto y se alejó de esa vida. Ahora, junto a la duquesa de Trevescan, Sesily Tlabot e Imogen Loveless se dedican a desenmascarar a los hombres más poderosos y corruptos de Londres, son las famosas “Campanas del infierno”. También es conocida por la “Rompeenlaces” y tiene una nueva misión, pero lo que no espera es encontrarse con el duque de Clayborn.

Henry Carrington, duque de Clayborn, es uno de los pocos hombres que luchan por los derechos de los más desfavorecidos y no le gustan las injusticias. Hombre sensato y correcto, ahora necesita solucionar un problema familiar y evitar que descubran su secreto.

La novela comienza bastante bien con el primer momento de acción y poco después con el encuentro de la pareja protagonista, a partir de este momento tenemos una carrera entre Adelaide y Henry para encontrar a una pareja en cuestión. Me han gustado esos momentos entre los protagonistas donde compiten y se pican, entre medias, con momentos muy sexis, pero seguidamente nos estancamos bastante, la acción decae y la pareja pasa demasiado tiempo en la posada. Sí, es bueno descubrir sus pasados y la complicidad que va surgiendo junto al enamoramiento consiguiente y los momentos íntimos, pero es que tenemos demasiados capítulos de lo mismo, nos estancamos para precipitadamente terminar y tener un desenlace demasiado abrupto.

La relación entre Adelaide y Henry me ha gustado, los dos se complementan muy bien y forman un buen equipo, están a la par en cabezonería. Adelaide es muy espabilada, criada en las calles, es fuerte y decidida, pero también es vulnerable y necesita el apoyo que Henry le da y que no sabía que necesitaba. Henry no es el típico duque altanero e inaccesible, esconde un secreto que en cierta manera lo frena, pero Adelaide le muestra otro punto de vista. Me encantan lo bien que se complementan.

Lo que me ha faltado en esta novela es un poco de contexto, porque Henry se supone que ya le tenía echado el ojo a Adelaide y no recuerdo nada de esto en el libro anterior, si no recuerdo mal solo tuvieron un encuentro en el que él le impide pelear con un hombre de la aristocracia.

El desenlace estuvo medianamente bien, demasiado abrupto, pero comparado con la primera novela no me puedo quejar.

Nos quedamos con la miel en los labios y con la llegada de la próxima novela con Imogen y Thomas, me huelo que nos vamos a divertir con estos dos.

Puntuación: 🌟🌟🌟

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