Cuando llega a su casa en Applecross un extraño visitante, su vida cambia. Elías Khoury acude al padre de la joven para catalogar unas antigüedades. Es así como Catriona viaja a Oxford para ayudar a Elías, aunque más tarde se dará cuenta de las intenciones ocultas de este. Catriona se propone ayudarlo y por el camino entre ellos surgirá la atracción.
La cuarta y última novela de la serie “Las rebeldes de Oxford” se ambienta en Londres y Escocia (1882) y en esta ocasión su protagonista es Catriona Campbell. Catriona es una joven que vive en Applecross, Escocia, junto a su padre, el conde de Wester Ross. Catriona forma parte de las jóvenes que luchan por la causa sufragista, entre ellas están sus amigas Lucie, Hattie y Annabelle.
Con una mansión en horas bajas y otros asuntos que le surgen al conde, este le sugiere que acuda ella en su lugar a Oxford para ayudar a Elías a catalogar unas antigüedades. Elías Khoury viaja hasta Escocia para contactar con el conde y que le ayude con su propósito, pero, en cambio, le sugiere que le ayude Catriona y así es como los dos emprenden un viaje a Oxford y la atracción surge.
Elías no se propone catalogar objetos antiguos; su plan oculto es devolver los que fueron expoliados de su Líbano natal. Catriona descubre su plan y apoya su causa. Los dos trazarán un plan para lograr llevar los objetos a su lugar de origen, todo ello sin que interfiera en la causa sufragista de Catriona y en que su atracción no vaya a más.
Catriona es una mujer inteligente. Su padre le ha dado la mejor educación, tanto es así que le ayuda en sus competencias en Oxford. Catriona tiene muchos intereses, entre ellos está su faceta de escritora y la causa sufragista. El tema del matrimonio no le interesa y la faceta social se le atraganta.
Elías Khouri es un hombre entre dos mundos. El Líbano es su ciudad natal, pero nunca ha encajado del todo e Inglaterra es el país donde ve un futuro posible. Una de sus “misiones” es devolver a su país natal las antigüedades que fueron expoliadas y que ahora se encuentran en otras manos.
Uno de los puntos fuertes de esta autora y que me gusta mucho encontrar en las novelas es la documentación. En este caso, me ha parecido espléndida, ya no solo en el tema de la causa sufragista, sino en el del expolio de antigüedades y del controvertido tema de devolución a sus países de origen. Me ha parecido muy interesante. Pero todo esto creo que se ha llevado más protagonismo que Catriona y Elías y su romance. La autora ha querido abarcar tanto que se ha olvidado de lo más importante, que es desarrollar el romance de nuestra pareja protagonista. La verdad, es que no me hacía falta tanta escena de cama y sí más diálogo entre la pareja, donde poco a poco se desvelen todos sus sentimientos. Aquí creo que se ha dado más importancia al tema de los expolios, la causa sufragista y meter a las otras protagonistas de los libros anteriores (que me parece fantástico), dejando como mera anécdota el romance entre Elías y Catriona.
La lectura, por tanto, me ha resultado muy pesada y el colmo fue que la autora introdujese un “tema moderno”. Hemos ido conociendo a Catriona durante tres libros y no me cuadraba nada que nos presentase esta cara de la protagonista. Esto ya me sacó totalmente de la lectura.
Como la última novela de la serie que pone punto final ha estado bastante floja, el romance me ha dejado fría. Sí, me gusta el epílogo porque avanza bastante en el tiempo y se cierra el tema del sufragismo y podemos ver a todas las protagonistas, pero hubiese sido el no va más tener su romance en condiciones. Por lo menos sentir esa pasión y ese amor, pero aquí no traspasa.
No ha sido la mejor de la serie, pero creo que merece la pena leer el resto de los libros.