Reseña: La cueva de cristal (Friday Harbor #4). Lisa Kleypas.

Sinopsis

Justine Hoffman se ha labrado una vida cómoda en la pequeña isla de Friday Harbor, en la costa noroeste del Pacífico. Es propietaria de un hotel y disfruta de la existencia segura y predecible que siempre había deseado.

Sin embargo, un maleficio le impide encontrar a su alma gemela. Cuando conoce al misterioso Jason Black, desata accidentalmente una tormenta de deseo y peligro que amenazará a quienes más quiere. Pues Jason también guarda sus propios secretos y desea más de ella de lo que el destino está dispuesto a concederle.

Opinión personal

Justine Hoffman regenta un pequeño negocio en la isla de Friday Harbor, junto a su prima Zoë. Justine desea encontrar el amor, pero cree que está maldita y que nunca lo hallará.

Cuando conoce a Jason Black, despierta su interés y sus deseos de tener una pareja. Jason parece compartir sus sentimientos y también esconder secretos que podrían impedir lo que más desean.

Cuarto y último volumen de la serie, donde Justine Hoffmann, la prima de Zoë tendrá su interés amoroso en un desconocido y enigmático Jason Black.

Justine es una mujer independiente, con una infancia marcada por la ausencia de un padre y una madre estricta y controladora, que la introduce en el mundo de la magia y hechicería. Justine no se considera una bruja, sino una mera aprendiz y solo cuenta con sus pequeñas habilidades y un poderoso grimorio. La joven desea con todas sus fuerzas encontrar el amor, pero todo lo que le acontece en la vida le hace pensar que pueda estar maldita. Cuando conoce a su nuevo huésped, Jason Black, la atracción es instantánea y despierta en ella la esperanza.

Jason Black es un exitoso hombre de negocios, y su carrera en el mundo de los videojuegos es imparable. Sus negocios lo llevan a Friday Harbor, donde quiere montar unas instalaciones. Durante su estancia en el hotel de Justine, este se siente inmediatamente atraído por la mujer y no se detendrá hasta conquistarla. Lo único que puede obstaculizar su deseo es que salga a la luz su secreto.

En esta última novela, nos trae un romance un tanto irregular. La atracción entre Jason y Justine es instantánea, algo no me gusta, es demasiado pronto para que unos personajes lo hagan, desde mi punto de vista es poco realista. Aquí el romance se estila con bastantes escenas spicy y el puntillo que le da lo misterioso del personaje de Jason.

Ya a Justine la conocíamos del anterior libro, una joven independiente y resuelta. Sin pájaros en la cabeza y con un “hobby” como es la magia. Sus ganas de encontrar a su alma gemela, la llevan a indagar más en su libro de hechizos y encontrar una solución a su problema/maldición.

Jason es el misterio que nos anima a seguir leyendo, aunque al avanzar nos decepcionamos un poco con lo que nos vamos a encontrar. Y es que me ha chirriado todo el tema de la maldición de Justine y la falta de algo de Jason. Todo este batiburrillo del tema de la hechicería me sobraba, me parecía todo demasiado fantástico. Era preferible dejar un romance tal cual sin su relación con la magia.

Las escenas de la pareja me parecieron muy interesantes, y si hubiésemos dejado toda la parafernalia de la hechicería hubiese quedado mejor. Porque Jason y Justine tienen escenas de esas que me gustan encontrar. Unas muy pasionales y otras muy dulces. De todo un poco.

En resumen, la novela es la más floja de la serie, más que nada porque no le encontré el sentido a toda la trama de la hechicería, maldiciones y demás. La pareja sí me gustó y creo que en cierta manera congeniaban estupendamente, pero me sobraba el drama “brujeril”.

Puntuación: 🌟🌟

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